El tiempo no se detiene y sin darnos cuenta ya se cumplen 29 años de la
única Copa Libertadores que aparece en las vitrinas de los clubes
chilenos. Fue un 5 de junio de 1991, cuando Colo Colo levantó el título
luego de superar a Olimpia por un categórico 3-0 en el Estadio
Monumental.
Pero el camino a aquella final fue largo y con muchos
obstáculos que los guerreros dirigidos por Mirko Jozic supieron
sortear. La estrategia del técnico croata era volverse invencibles de
local, mientras que de visita sumar aunque sea un punto. Y así fue como
en la fase de grupos el cuadro albo se quedó con el primer lugar de
manera invicta, con tres triunfos en el Monumental y tres empates como
forastero.Todo comenzó con una igualdad sin goles ante Deportes
Concepción en Collao, luego en Pedreros superaron por 3-0 a Barcelona,
2-0 al cuadro del sur del país en la revancha, y 3-0 a Liga Deportiva
Universitaria. En los duelos restantes de visita, igualó 2-2 con
Barcelona y sin goles ante Liga.
El primer objetivo ya estaba
cumplido y ahora debían superar los octavos de final, donde aparecía
Universitario como el rival a vencer. Y fue en este compromiso donde
aparecieron los fantasmas de la eliminación en la edición anterior, ya
que los albos avanzaron con suspenso. En la ida igualaron sin goles y en
el Monumental se impusieron por 2-1 con un Daniel Morón como héroe al
contener un cabezazo en los minutos finales del partido. De ahí en más,
Colo Colo se hizo fuerte y avanzó a paso firme.
En cuartos de
final ante Nacional el elenco chileno hizo valer su localía y goleó 4-0,
mientras que en el Centenario cayó por 2-0 sacando pasajes a
semifinales donde venía un rival de temer, Boca Juniors. En Argentina el
equipo de Jozic sufrió en el inicio, sobre todo con el tempranero gol
de Graciani a los 7' mediante lanzamiento penal. Pero el cuadro chileno
supo aguantar y tras el pitazo final hasta festejó la derrota por la
mínima. Había confianza en lo que se podía hacer en casa.
Así, en
el pleito de vuelta se vivió una fiesta total en el Monumental. Muchos
dicen que fue la final anticipada por las constantes emociones que se
presentaron esa noche, fue un partido no apto para cardíacos. Colo Colo
golpeó primero con Rubén Martínez, luego Marcelo Barticciotto estiró las
cifras para colocar el 2-0 parcial y comenzar a soñar, pero los
festejos se vinieron abajo con el tanto de Diego Latorre a 15 minutos
del final. La incertidumbre se extendió hasta el minuto 82, momento en
que Rubén Martínez derrotó nuevamente a Navarro Montoya para sentenciar
el 3-1 y lograr el paso a la gran final, donde esperaba Olimpia.
El
29 de mayo, Colo Colo enfrentó al cuadro paraguayo como visitante y
logró rescatar un 0-0 muy valioso por los registros del equipo chileno
jugando en casa. Los albos, aunque no querían admitirlo, comenzaban a
tocar la Copa. Y llegó el día, ese recordado 5 de junio de 1991, cuando
el cuadro de Mirko Jozic saltó al campo de juego con el único objetivo
de levantar el título.
Fue una noche mágica donde además apareció
un protagonista desconocido durante toda la campaña del elenco
nacional, Luis Pérez. El delantero fue el encargado de reemplazar al
goleador Rubén Martínez, quien había sido expulsado en Paraguay, y lo
hizo de gran manera.
“Lucho” Pérez anotó en los 12' para comenzar
a acariciar el título. El ariete elaboró una gran pared con Rubén
Espinoza y derrotó a Jorge Battaglia por primera vez. Cinco minutos más
tarde repetiría su grito de gol, ahora luego de aprovechar un centro de
Barticciotto, amagar de derecha y poner un zurdazo que infló la red del
arco sur.
El 2-0 con el que se fueron al descanso hizo liberar
toda tensión al equipo chileno. En el complemento, a los 84 minutos,
Leonel Herrera sentenció la historia luego de un contragolpe que culminó
con un suave toque de borde interno para colocar el 3-0 final y desatar
la fiesta en el Estadio Monumental. Colo Colo era el campeón de la Copa
Libertadores y todo Chile se unía en un abrazo de triunfo. Fue una
fiesta que aún se recuerda por la importancia del logro y por ser un
hecho que nadie en el país ha logrado repetir.
Hoy, 29 años más
tarde, ese acontecimiento sigue en el corazón de todos los albos. Los
mayores celebrarán recordando la hazaña que disfrutaron en el estadio,
por televisión o por radio, mientras que los más jóvenes, aquellos que
heredaron la pasión colocolina, usarán sus redes sociales para festejar
este aniversario y revivir la obtención del título más importante a
nivel de clubes del fútbol chileno. ¡La Copa se mira y se toca!
Todo
comenzó con una igualdad sin goles ante Deportes Concepción en Collao,
luego en Pedreros superaron por 3-0 a Barcelona, 2-0 al cuadro del sur
del país en la revancha, y 3-0 a Liga Deportiva Universitaria. En los
duelos restantes de visita, igualó 2-2 con Barcelona y sin goles ante
Liga.
El primer objetivo ya estaba cumplido y ahora debían
superar los octavos de final, donde aparecía Universitario como el rival
a vencer. Y fue en este compromiso donde aparecieron los fantasmas de
la eliminación en la edición anterior, ya que los albos avanzaron con
suspenso. En la ida igualaron sin goles y en el Monumental se impusieron
por 2-1 con un Daniel Morón como héroe al contener un cabezazo en los
minutos finales del partido. De ahí en más, Colo Colo se hizo fuerte y
avanzó a paso firme.
En cuartos de final ante Nacional el elenco
chileno hizo valer su localía y goleó 4-0, mientras que en el Centenario
cayó por 2-0 sacando pasajes a semifinales donde venía un rival de
temer, Boca Juniors. En Argentina el equipo de Jozic sufrió en el
inicio, sobre todo con el tempranero gol de Graciani a los 7' mediante
lanzamiento penal. Pero el cuadro chileno supo aguantar y tras el pitazo
final hasta festejó la derrota por la mínima. Había confianza en lo que
se podía hacer en casa.
Así, en el pleito de vuelta se vivió una
fiesta total en el Monumental. Muchos dicen que fue la final anticipada
por las constantes emociones que se presentaron esa noche, fue un
partido no apto para cardíacos. Colo Colo golpeó primero con Rubén
Martínez, luego Marcelo Barticciotto estiró las cifras para colocar el
2-0 parcial y comenzar a soñar, pero los festejos se vinieron abajo con
el tanto de Diego Latorre a 15 minutos del final. La incertidumbre se
extendió hasta el minuto 82, momento en que Rubén Martínez derrotó
nuevamente a Navarro Montoya para sentenciar el 3-1 y lograr el paso a
la gran final, donde esperaba Olimpia.
El 29 de mayo, Colo Colo
enfrentó al cuadro paraguayo como visitante y logró rescatar un 0-0 muy
valioso por los registros del equipo chileno jugando en casa. Los albos,
aunque no querían admitirlo, comenzaban a tocar la Copa. Y llegó el
día, ese recordado 5 de junio de 1991, cuando el cuadro de Mirko Jozic
saltó al campo de juego con el único objetivo de levantar el título.
Fue
una noche mágica donde además apareció un protagonista desconocido
durante toda la campaña del elenco nacional, Luis Pérez. El delantero
fue el encargado de reemplazar al goleador Rubén Martínez, quien había
sido expulsado en Paraguay, y lo hizo de gran manera.
“Lucho”
Pérez anotó en los 12' para comenzar a acariciar el título. El ariete
elaboró una gran pared con Rubén Espinoza y derrotó a Jorge Battaglia
por primera vez. Cinco minutos más tarde repetiría su grito de gol,
ahora luego de aprovechar un centro de Barticciotto, amagar de derecha y
poner un zurdazo que infló la red del arco sur.
El 2-0 con el
que se fueron al descanso hizo liberar toda tensión al equipo chileno.
En el complemento, a los 84 minutos, Leonel Herrera sentenció la
historia luego de un contragolpe que culminó con un suave toque de borde
interno para colocar el 3-0 final y desatar la fiesta en el Estadio
Monumental. Colo Colo era el campeón de la Copa Libertadores y todo
Chile se unía en un abrazo de triunfo. Fue una fiesta que aún se
recuerda por la importancia del logro y por ser un hecho que nadie en el
país ha logrado repetir.
Hoy, 29 años más tarde, ese
acontecimiento sigue en el corazón de todos los albos. Los mayores
celebrarán recordando la hazaña que disfrutaron en el estadio, por
televisión o por radio, mientras que los más jóvenes, aquellos que
heredaron la pasión colocolina, usarán sus redes sociales para festejar
este aniversario y revivir la obtención del título más importante a
nivel de clubes del fútbol chileno. ¡La Copa se mira y se toca!